En los últimos años, los videojuegos han dejado de ser vistos exclusivamente como entretenimiento para ser reconocidos como herramientas educativas. Juegos como Minecraft han sido utilizados en escuelas para enseñar conceptos de matemáticas, ciencias y hasta historia de manera interactiva.
La gamificación del aprendizaje permite a los estudiantes desarrollar habilidades críticas como la resolución de problemas y el pensamiento lógico. Además, algunos juegos de estrategia, como Civilization, ayudan a los jugadores a comprender eventos históricos y dinámicas sociales de una manera más inmersiva que los métodos tradicionales.
Por otro lado, plataformas como Duolingo han integrado elementos de los videojuegos, como niveles y recompensas, para motivar el aprendizaje de idiomas. Esto demuestra que los videojuegos no solo son un pasatiempo, sino que también pueden ser una herramienta poderosa para el crecimiento personal y académico